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Tarea

Escribe una breve reflexión (150-200 palabras) titulada: "Lo que significa para mí ser un portavoz del mensaje de Dios". Responde estas preguntas en tu redacción:

  • ¿Te consideras llamado a comunicar? ¿Por qué sí o por qué no? 
  • ¿Qué es lo que más te intimida de hablar en público? 
  • ¿Has tenido experiencias positivas o negativas al comunicar tu fe? 
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Autor

Hola  Raquel,

Gracias por tu redacción. Ha sido honesta, genuina y muy correcta.

Te animo a leerla de nuevo y meditar en lo negativo que crees o piensas acerca de ti misma y que lo tomes en cuenta para no aceptarlo como una realidad sobre ti, sino como un reto a superar con este curso y de la mano de Dios.

Un gran trabajo.

Bendiciones!

-- 
Juan Camilo Vélez León

Fundador y CEO

+34 678 686 650

Lo que significa para mí ser un portavoz del mensaje de Dios

Ser portavoz del mensaje de Dios significa reflejar con mis palabras y acciones el amor y la verdad que he recibido. No siempre me he considerado lo suficientemente preparada para hablar en público, antes siento que lo hacía mejor, por un momento paré y el volver a lo que Dios me había llamado lo veía cada vez más lejano, retomarlo me ha costado, pienso que hay más personas con más conocimiento o valentía. Sin embargo, con estas ensañanzas he entendido que comunicar el mensaje de Dios no se trata de tener todas las respuestas, sino de estar dispuesto a servir. Cuando comparto algo de mi fe, siento que Dios puede usar incluso mis palabras sencillas para llegar al corazón de alguien.

Lo que más me intimida al hablar en público es la posibilidad de equivocarme, que se me olvide algún versículo bíblico o incluso todo el mensaje, mi memoria no es tan buena. A veces temo no ser lo suficientemente elocuente o clara. Sin embargo, en esos momentos recuerdo que no hablo para impresionar, sino para servir.

He tenido experiencias positivas y también negativas. Algunas personas han rechazado lo que comparto, pero otras han encontrado consuelo o esperanza en mis palabras. Esas experiencias me recuerdan que ser portavoz de Dios es un privilegio, y que cada oportunidad de comunicar su mensaje puede ser una semilla sembrada en el corazón de alguien.

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