Está claro que todos queremos triunfar en aquello que consideramos importante y que emprendemos. Nadie quiere fracasar en su matrimonio, en su empresa, en su trabajo…en la vida en general. Pero lo cierto es que muchas veces los resultados deseados no llegan, y la mayoría de estas veces no somos capaces de entender por qué.
El dinero es un resultado, la riqueza es un resultado, la salud es un resultado, la enfermedad es un resultado, tu peso es un resultado. Y es que vivimos en un mundo de causas y efectos, y el único modo de cambiar tu mundo “exterior” es transformar tu mundo “interior”.
Cualesquiera que sean los resultados que estés obteniendo, sean ricos o pobres, buenos o malos, positivos o negativos, recuerda siempre que tu mundo exterior es simplemente un reflejo de tu mundo interior. Si las cosas no te van bien en tu vida exterior es porque tampoco van bien en tu vida interior. Es así de simple.
Un poderoso secreto para el cambio: Las declaraciones
¿Qué es un declaración? Es simplemente una sentencia que haces con énfasis, en voz alta, de acuerdo a la verdad de la palabra. Las declaraciones no sólo envían un mensaje concreto al mundo espiritual, sino que mandan también un poderoso mensaje a tu
subconsciente. La diferencia entre una declaración y una afirmación es sutil pero importante. ¿Qué es una afirmación? Es una sentencia positiva que afirma que un objetivo que deseas alcanzar ya está teniendo lugar, sin que hagas nada al respecto, mientras que una declaración implica una manifestación oficial de la intención de emprender un determinado curso de acción o de adoptar una posición concreta por fe, conforme a lo que dice la palabra.
Una afirmación manifiesta que lo que deseas conseguir ya está teniendo lugar. Pero cuando simplemente afirmamos algo que aún no es real, la vocecita de dentro de nuestra cabeza nos dice: “Eso no es verdad. Yo lo sé y tú también». Si embargo, una declaración es decir que lo que Dios dijo es cierto, y manifestar que tenemos la intención de hacer o se de ser eso que él ya dijo. Tal vez no sea cierto ahora mismo en el plano natural, pero sí lo
es en el plano espiritual, y tenemos la intención de que lo sea en el futuro a través de nuestra acción basada en nuestra fe.
Existe un concepto en la definición que es importante: acción. Debes emprender todas las acciones necesarias para hacer realidad tu intención, sólo así desaparecerá esa vocecita interior que te recuerda que sabe que lo que dices no va a tener lugar, y entonces comenzarás a obtener los resultados que crees y esperas, y no solamente que desearías.
Así que para comenzar el proceso de cambio en tus resultados, debes cambiar primeramente el fundamento de tus creencias, pues sólo cuando estas son las correctas, podrás tener la fe para declarar lo que sabes que es real aunque invisible, pues debes tomar acción para manifestarlo desde el plano espiritual al natural.
En el próximo post desvelaremos más detalles sobre nuestro patrón de pensamientos y el conocido «proceso de manifestación» que nos lleva a obtener el mismo patrón de resultados, y el cual debemos conocer para saber cómo cambiar lo necesario para obtener los resultados que esperamos. ¡No te lo pierdas!