Este artículo está dedicado a una generación que siente el llamado a vivir en lo sobrenatural y anhela ver la Gloria de Dios manifestada en sus días. Creyentes que están llamados a buscar el rostro de Dios hasta encontrarlo. El libro El Poder de Orar de Madrugada de Juan Carlos Harrigan revela el secreto de los grandes avivadores y conquistadores bíblicos: la oración en el secreto de la mañana. Y en este artículo te resumimos sus principales enseñanzas.
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I. La Oración: El Enlace Vital con el Éxito Espiritual
El Pastor Harrigan establece la oración como la necesidad más fundamental de la vida cristiana, un verdadero "oasis en el desierto". Nos recuerda que todo el éxito y el crecimiento espiritual está ligado a la vida de oración.
- Sin oración no hay poder: La vida sin oración es una vida árida y sin fruto. El autor es contundente al afirmar que donde no hay oración, el hogar y el ministerio se mueren, y la alegría se va.
- Orar para recibir: Jesús mismo enseñó el principio de la fe ligada a la oración: "Por tanto, todo lo que pidiereis en oración, cree que lo recibiréis y os vendrá" (Marcos 11:24).
- Persistencia: Citando la parábola de la viuda y el juez injusto (Lucas 18:1-2), el libro enfatiza la necesidad de orar siempre y no desmayar hasta obtener la respuesta y la justicia divina.
II. El Ejemplo Supremo del Intercesor: Jesús
Jesucristo es el modelo más grande del poder de la oración de madrugada. Siendo el Hijo de Dios, lleno del Espíritu Santo, Él necesitó orar para cumplir la voluntad del Padre.
- Prioridad Absoluta: El evangelio de Marcos testifica: "Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba" (Marcos 1:35). El autor subraya que, para Jesús, orar era más importante que descansar, dormir, atender a la multitud o hacer milagros.
- Decisiones Estratégicas: Jesús demostró que ninguna decisión debe tomarse sin el filtro de la oración. Escogió a sus doce apóstoles después de pasar toda una noche orando en el monte (Lucas 6:12-13).
- El Precio del Poder: El libro advierte que los milagros y la unción "se ven fáciles, pero no es fácil". Los discípulos no pidieron a Jesús que les enseñara a hacer milagros, sino a orar (Lucas 11:1), porque sabían que la vida de oración era la fuente de todo resultado sobrenatural.
III. La Madrugada: Dirección y Poder para el Intercesor
El horario de la madrugada (entre la medianoche y las 6 de la mañana) es el más poderoso para la intimidad, pues es cuando el ambiente espiritual está más expuesto. El autor lo describe como el momento en que "se abrían los cielos" y Dios traía revelaciones específicas.
Para el intercesor, orar de madrugada ofrece beneficios incalculables:
- Recepción de la Agenda y Dirección Divina: En ese tiempo de quietud, el Padre le revela la agenda del día a Su siervo. La oración de madrugada da dirección divina para operar en el día, permitiendo que el intercesor no improvise.
- Revelación de "Cosas Ocultas": La madrugada es la hora donde se revelan las "cosas grandes y ocultas". El autor cita su propia experiencia y la promesa bíblica: "Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces" (Jeremías 33:3).
- Fe y Conquista: Hombres de fe como Abraham y Josué buscaban a Dios muy de mañana. Josué se levantó de madrugada para dar vueltas a Jericó (Josué 6:12), enseñándonos que hay cosas que solo se conquistan cuando comenzamos a orar por ellas desde la mañana.
- Desarrollo de Dominio Propio y Paz: El que ora deja de estar afanado y confundido. La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará los corazones del intercesor (Filipenses 4:6-7).
IV. Un Llamado a la Generación de Intercesores
El Rey David, un hombre conforme al corazón de Dios, expresó la máxima aspiración del intercesor: "Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela" (Salmos 63:1). David buscaba a Dios mismo, no solo las señales.
La clave de la victoria no está en la inteligencia o los dones, sino en la oración ferviente. Como miembros de un grupo de oración y creyentes en Jesucristo, Dios nos está llamando a que su voz sea oída en Su presencia de mañana.
El libro concluye con un desafío radical: No deje que el sol brille sobre su cama. ¡Que brille sobre sus rodillas!. El que desperdicia la mañana en otras ocupaciones hará poco progreso espiritual el resto del día.
Si oras, todo te será posible. La aventura de intimidad con Dios les espera.